Actualmente esta calle constituye un centro de encuentro vital para lugareños y visitantes, repleta de bares y restaurantes.
La Parte Vieja es el centro vital de la ciudad. Todo lo que es San Sebastián, y todo lo que la distigue, está aquí, concentrado. Este casco histórico está formado por estrechas calles situadas al pie del monte Urgull. Famoso por poseer la mayor concentración de bares del mundo, es el lugar perfecto para pasear, recorrer sitios históricos y degustar los mejores pintxos de la ciudad.
La Plaza de la Constitución es el centro neurálgico de la Parte Vieja. Es la plaza princip, sede de los grandes festejos y celebraciones como la Tamborrada, Santo Tomás y San Sebastián.
La construcción de la plaza de la Constitución data del año 1817. Antiguamente era la plaza de toros de la ciudad, de allí los números que hay en cada una de las ventanas que dan a la plaza.
La Fermín es ese símbolo del que todos los donostiarras se sienten orgullosos y a la que los viajeros no pueden dejar de visitar. Llena de bares, la pequeña Fermín Calbetón es la calle que todo el mundo ha intentado recorrer pidiendo un zurito en cada bar y nadie ha conseguido terminar. Pese a todo, el reto sigue ahí, entre la Iglesia de Santa María y el Museo de San Telmo.
Remontándose a 1871,el Mercado de la Bretxa es uno de los mercados más tradicionales de Donostia. Fue originalmente construido en estilo clasicista, inspirado por las antiguas Roma y Grecia, y utilizando principalmente piedra y hierro para su construcción. A medida que la población de San Sebastián fue creciendo, también lo hizo el mercado. El edificio fue ampliado en varias ocasiones, siendo la última gran renovación la que tuvo lugar en 1999, tras la cual desgraciadamente gran parte de la Bretxa se convirtió en un centro comercial.
El complejo de la Bretxa todavía contiene un mercado. Sin embargo, éste ha sido relegado a compartir el sótano con una cadena de supermercados. Aún así, sigue tratándose de un mercado que merece la pena visitar, donde descubrirás una gran variedad de producto local y todos los frescos y sabrosos ingredientes utilizados en la famosa gastronomía vasca.
Mercado: lunes a sábado de 8:00 a 21:00 hs.
Tiendas del centro comercial: lunes a sábado de 9:30 a 21:30 hs.
Fue la única calle donostiarra que se salvó en el incendio de 1813 durante la guerra de la independencia. De toda la ciudad vieja, sólo quedaron en pie unas cuantas casas de esta calle.
Actualmente esta calle constituye un centro de encuentro vital para lugareños y visitantes, repleta de bares y restaurantes.
La Iglesia de San Vicente es el templo más antiguo de la ciudad. Fue construida durante la primera mitad del siglo XVI bajo el estilo gótico. En su interior se esconde uno de los mejores retablos del románico, obra de Ambrosio de Bengoechea y Juan de Iriarte. Junto a él, comparten protagonismo el órgano francés Cavaille-Coll, de 1868, y sus impresionantes vidrieras. En su fachada lateral podemos admirar la escultura “la Piedad”, del artista Jorge Oteiza.
La Basílica de Santa María es una impresionante obra barroca del siglo XVIII que preside la calle Mayor. De esta obra de arte destacan la fachada barroca de matiz churrigueresco, presidida por una escultura de San Sebastián Mártir y el retablo mayor dedicado a la Virgen del Coro, patrona de la ciudad.
Junto a la pila bautismal, se puede contemplar una escultura en forma de cruz de Eduardo Chillida. La Basílica se construyó entre 1743 y 1774, sobre la planta de un templo anterior que ocupaba el mismo espacio. La puerta principal coincide en línea recta con la entrada a la Catedral del Buen Pastor.
Paseo de lo Curas es un lugar poco frecuentado por los turistas. Se encuentra por encima del puerto, en las faldas del Monte Urgull. Puedes acceder a este paseo desde la Parte Vieja o desde el Aquarium.
Se dice que era el paseo por el que caminaban leyendo sus breviarios los sacerdotes de la cuidad, de ahí que se le pusiera este nombre. Es una zona muy tranquila con bancos en los que descansar o leer con las espectaculares vistas del puerto, la bahía, la isla Santa Clara y el Monte Igueldo.